Los secretos para hacer deporte cuando tienes poco tiempo

Evidentemente, tienes que asegurarte de que el momento sea compatible con tu organización y tus actividades semanales. Para que tu motivación no se agote, debes establecer metas alcanzables en términos de frecuencia y duración de las sesiones.
Si mientras corres sólo estás pensando en el trabajo que postergaste y que solo se sigue acumulando quizás sea más difícil seguir y no lo disfrutarás.. Hacer deporte todos los días no es nada fácil y honestamente, necesita sacrificios y concesiones que no todos podemos hacer.
Para empezar, intenta obligarte a una o dos sesiones semanales, pero asegúrate de que la duración sea compatible con tu vida diaria y te brinde una buena dosis de placer...

Frente al reloj, no todos los deportes son iguales. Si puedes adaptar tu agenda a los horarios de clases que se dan en el club, esa podría ser una opción: tener una cita en un momento específico de tu semana con un entrenador te animará a bloquear ese horario y hacerlo inevitable. Pero necesitas que haya un club o asociación deportiva cerca de tu casa para evitar viajar kilómetros. Caminar o correr también pueden ser excelentes alternativas: se pueden practicar en cualquier lugar y se ajustan a tu horario. ¡Es más fácil incluir 30 minutos de carrera en tu agenda que una sesión de escalada!
Igual, si hay una alberca cerca de tu trabajo: puedes cambiar comer en la fondita, por un sándwich y veinte largos a media tarde. Finalmente, ten en cuenta que una sesión de squash generalmente dura entre 30 y 45 minutos, porque el desgaste físico es intenso... Los clubes y gimnasios, conscientes de nuestra apretada agenda, suelen tener horarios disponibles hasta altas horas de la noche.