Si día tras día, te sientes menos en forma, te falta el aliento, te cuesta trabajo subir las escaleras... Digamos que son señales para que recuperes el hábito de hacer ejercicio.
Tenemos 1001 buenas razones para no hacer ejercicio. Pero en el fondo de tu corazón, sabes tan bien como nosotros que empezar se siente bien. Entonces, ¿Cómo puedes encontrar tu motivación? Si día tras día, te sientes menos en forma, te falta el aliento, te cuesta trabajo subir las escaleras... Digamos que son señales para que recuperes el hábito de hacer ejercicio.
Sí, hacer deporte regularmente te ayuda a reducir la grasa corporal, pero hay más que eso. La práctica regular te dará una sensación de bienestar, tu estado de ánimo y tu salud en general también se verán beneficiados porque se reduce tu estrés. El ejercicio es una fuente de alegría, de placer y te permite compartir con otros, así que ¿Por qué no intentarlo? Lo peor que te puede pasar, es que funcione ;)
Cuando vas a empezar o reanudar tu práctica deportiva después de una larga inactividad, lo más difícil es encontrar motivación.
Lo sabemos, es difícil encontrarla entre el trabajo, el cansancio y el agitado ritmo de vida. Quizás se esconde, pero sigue ahí en el fondo. Recuerda que las excusas para no empezar surgen en TU mente, sé más fuerte y ¡Aférrate a las ganas de sentirte bien ejercitándote! (Y también sabemos que te brillaron los ojos pensando en los tenis)
Admítelo, tu impulso está ahí, pero ¿Cómo puedes convertir ese impulso en acción? ¡Y sobre todo hacer que dure! Te ofrecemos una solución: ponte metas. ¡Pero no cualquier meta! Te explicamos.
¿Amas correr? Mide tus tiempos o la distancia que recorres en cada sesión.
¿Prefieres las pesas? Establece el número de repeticiones y el peso que vas a levantar.
¿Eres fan de los estiramientos? Mide el espacio entre tus dedos y el suelo cuando hagas una flexión ;).
Deben adaptarse a tus necesidades y capacidades. Puedes acercarte a un coach que te acompañe en tu proceso, con una rutina personalizada.
Si eres principiante y solo tienes 15 días saliendo a correr, participar en un maratón no es una meta alcanzable. Pero, correr 20 minutos sin detenerte ¡Sí es un buen objetivo cuando empiezas!
El desafío debe motivarte, debes sentirte capaz de hacerlo. Entonces, el número de sesiones de entrenamiento debe ser acorde a tu capacidad física y tu objetivo. Evitemos las frustraciones del fracaso.
Establece una fecha límite para lograr tu meta. Si no lo haces, se vuelve demasiado fácil y cuanto más largo sea tu plazo, menos comienzas a ejercitarte.
¿Te sonó familiar? Se trata del método SMART, un acrónimo en inglés que se usa a menudo en el mundo de la gestión para establecer metas y asegurar que se logren.
Conforme pase el tiempo, puedes ir modificando tus objetivos, según tu nivel. Pero se bueno contigo mismo y con tu cuerpo. Si avanzas poco a poco, la motivación durará más y puedes alcanzar tu meta con calma. (¡Ah, ya nos pusimos los tenis! ¡Vamos bien!)
“No tengo tiempo” es una de las excusas más usadas (todos la hemos dicho ;)).
Pero, si contamos el tiempo que pasamos frente al smartphone o viendo la tele o incluso en la computadora, nos damos cuenta de que el tiempo no es problema en realidad. De hecho, todo ese tiempo podrías usarlo para ejercitarte.
Ahora, ¿cómo optimizamos ese tiempo? ¿Cómo podemos cambiar nuestros hábitos? Uffff, si tan sólo hubiera una respuesta mágica… ¡Si la hay! Tú. Sólo tú mismo y tu mente marcan la diferencia. Cambiar tus hábitos requiere paciencia. Recuerda que para decir que se ha adoptado un hábito, deben pasar al menos 21 días. Entonces, si ya tienes la voluntad, ¡Solo aguanta! Confía en tu capacidad de cambio.
¿Y si crearas una rutina para empezar o reanudar los deportes? Un encuentro contigo mismo. Y te daremos algunos consejos que quizás te puedan inspirar. (Ya te vimos, caminando con determinación hacia el mat enrollado en la esquina).
- Cuando te levantes, pon el mat al pie de la cama, y haz algunos estiramientos y posturas.
- Si ya dejaste a los niños en la escuela o ya vas a salir al trabajo, camine por tu barrio o cerca de la escuela.
- Al mediodía, sal a caminar con alguien o solo con un buen podcast en tus oídos ;)
- En la noche, antes de cenar realiza alguna actividad física que te guste. Camina o corre alrededor de tu cuadra, haz una sesión de abdominales, relájate con yoga o pilates..
- A ver, si ya vamos a mover un poco la rutina, ¿Por qué no dividir tus entrenamientos? Si se te complica apartar una hora de tu día para ejercitarte, tal vez te acomodarías con dos sesiones de 30 minutos.
Cuando regresas a hacer deporte, la idea es no cambiar COMPLETAMENTE tus hábitos. El ejercicio no es una limitación. Y tus sesiones no deben ser una carga, sino algo que disfrutes. Pero, aquí entra otro factor: ¡Tu constancia! Lo mejor sería que entrenes de forma regular (3 o 4 veces por semana) en pequeñas dosis en lugar de un maratón de 2 horas cada 3 meses. (¡Venga! ¡Eso! ¡Ponte de pie y agenda tus entrenamientos!)
Llevas varias semanas entrenando y no ves progreso, sientes que no ha valido la pena. Tenemos para ti, dos palabras: confianza y amabilidad.
Cuando retomas el deporte, el cuerpo pasa por algunos cambios, desde la adrenalina asociada a la novedad hasta adaptarse a la nueva carga de esfuerzo. Conforme pasa el tiempo, tu cuerpo se vuelve más resistente, más flexible y más fuerte. Pero luego, se acostumbra al esfuerzo, y es ahí donde sientes que te estancas; por eso te sugerimos llevar un registro de tu entrenamiento, para que puedas ver tu avance.
Si queremos mantener la motivación y no tirar la toalla, llevar un pequeño registro de tus actividades puede resultar muy útil: un pequeño diario donde apuntes, sesión tras sesión, todo lo que has logrado y sentido. Así, cuando releas lo que has escrito, podrás ver de manera más “real” tus avances.
¿Qué podría ser más motivador que darte cuenta de que hace meses corrías solo 20 minutos seguidos y ahora llegas a 50 minutos sin parar?
Y bueno, si sabemos que hay otros factores como tu estado de ánimo, el cansancio, el clima, la luz, y otros más que ponen a prueba tu motivación. ¡Pero mantengámonos positivos y sigamos! (¡Ah, ya mueres de ganas, bien, solo te falta un pelito para empezar!)
La motivación es un estado de ánimo y llega más fácilmente si eres positivo y confías en ti mismo. ¿Sabías que la positividad tiene buenos efectos en tu cuerpo y mente? Si pensar todo desde un lugar oscuro hace estragos en tu estado de ánimo, ¡Imagínate lo que algunas frases positivas pueden lograr! Te invitamos a repetir frases positivas en voz alta todas las mañanas (durante al menos tres semanas).
Por ejemplo:
- Yo soy quien moldea mi vida
- Me veo increíble
- Puedo… (Inserta aquí tu meta personal)
- Me siento fuerte
- Soy inteligente y tomo las mejores decisiones
- Doy la bienvenida a mis emociones y las acepto.
- Me amo y me respeto
Elige tus propias frases, las que te lleguen al corazón, e incluso puedes inventarlas. Repitelas mientras te bañas, frente al espejo o en tu coche todos los días.
Al final, la única persona con la que cuentas siempre eres tú mismo. Entonces, si haces ejercicio, es solamente para ti y para nadie más.
¿Por qué no escribes un contrato y lo firmas (¡No con sangre eh! No exageremos). Así, ya no tendrás elección y este “pacto moral” comprometerá tu palabra de honor. Quizás asumir ese compromiso frente al espejo te ayude a lograr tus metas.
Después de cada entrenamiento, date las "gracias" a ti mismo. Gracias por cuidar tu cuerpo, por respetarte a ti mismo. La gratitud es una emoción positiva que no debes dejar de lado. ¡Las emociones positivas te animan y motivan a mantener el rumbo!
Ahora, solo tienes que creerlo.
En "A Sunday in Hell", la escena del entrenador en los vestidores. Ampliamente sugerido para antes de un examen o un entrenamiento.
En "Rocky 6", la escena donde Rocky sermonea a su hijo para que se valore más a sí mismo. Inténtalo en el coche camino a trabajar.
En "Titanic", la escena del puente, el icónico "¡Soy el rey del mundo!". Una gran manera de levantarte de la cama, abrir las cortinas y saludar a la vecina chismosa.
Para los rockeros/ pop: Queen, el clásico "Don’t stop me now"
Para los amantes de los clásicos: "Dies ire" de Mozart
Y para quienes prefieren el disco: “Night Fever” de los Bee Gees
¡Lo sabemos, ya estás vestido, listo y preparado para hacer deporte y sentirte mejor! Eres el mejor;) ¡Mantén el rumbo!
Este consejo fue redactado en francés por Céciliane, y traducido luego aquí en México.
