Ejercicio: sus beneficios
La OMS recomienda para nuestros niños y adolescentes como mínimo 60 minutos (en dos sesiones de 30 minutos, por ejemplo) de actividad física moderada a vigorosa al día.Esto incluye traslados, juegos, deportes en la escuela, con la familia, actividades recreativas y, con un poco de suerte, labores domésticas.
¿Por qué?
Bueno, el ejercicio mejora la resistencia cardiopulmonar, lo que favorece el funcionamiento del corazón y de los pulmones. Se fortalecen los músculos, los huesos y se estimulan las articulaciones, se refuerza el sistema inmunológico y ayuda a combatir el aumento de peso.Al trabajar en la coordinación, se tiene un mejor control motriz.En pocas palabras, ¡se sienten más fuertes y con mejor condición!
¿Deportes individuales o en equipo?
¡No importa! Cuando practicamos algún deporte, los niños y niñas aprenden a construir lazos sociales: con esto les permitimos expresarse, adquirir confianza en sí mismos, mejorar su autoestima, aprender a respetar las reglas, forjar relaciones y mostrarse más tolerantes (espíritu de equipo).Además, el ejercicio suele acompañarse de un estilo de vida más saludable:De este modo, podrán evitar con más facilidad el tabaco, el alcohol y las drogas.
El ejercicio es bueno para el estado de ánimo. Es un factor que influye en la salud de los niños y, afortunadamente, también en su estado de ánimo.Las hormonas sintetizadas durante y después de la actividad física les permiten afrontar la vida de forma positiva mediante la producción de serotonina, la hormona de la felicidad que ayuda a combatir la ansiedad y la depresión.¿Los has sorprendido silbando después de su clase de karate?¡Ahora ya sabes por qué!