Deporte para niños: ¿a qué edad pueden empezar?

Por supuesto, no se trata de convertir a tu pequeño en un atleta en ciernes a toda costa. Para los niños pequeños (entre 1 y 7 años), la idea es sobre todo pasar el tiempo: jugar en el parque, improvisar un espectáculo de baile, llevar el patinete al colegio...

"Se trata de actividades "no estructuradas", en el sentido de que no hay reglas y que lo importante es la noción de placer, afirma Adrien Lelong, osteópata del COPS (Centro de Ostéopatía y Posturología del Deporte) de Lille, Francia. El deporte es una buena puerta de entrada al mundo exterior. Descubrir sensaciones, lugares, conocer gente... No hay que dudar en probar diferentes deportes para encontrar aquel en el que el niño se desenvuelva mejor."

"Aun así, adaptando la actividad a las capacidades del niño, es posible considerar el inicio del deporte en torno a los 5 ó 6 años. Todavía es posible introducir al niño en el deporte de forma suave", dice Grégory Dupas, osteópata/posturologista. Sin embargo, hay una advertencia: hay que tener en cuenta que el cuerpo del niño es todavía muy maleable, y por tanto frágil, cuando es demasiado pequeño.

Entre los 3 y los 6 meses, el bebé empieza a tener períodos de vigilia más largos. Este es el momento perfecto para hacer algo suave con tu bebé. Prácticas como la acuática y el yoga para bebés te beneficiarán a ti, a tu pequeño y al vínculo que formes con él. Le permitirán reanudar la actividad física con suavidad, mientras que el movimiento fortalecerá su columna vertebral (entre otras cosas). El descubrimiento de un nuevo entorno también ayudará a despertar a tu hijo.

¿La edad de la razón? La de la noción de equilibrio, coordinación o incluso fuerza por encima de todo...

No hay contraindicaciones reales", añade Adrien Lelong, "salvo una visita anual al médico para comprobar que todo está bien. Incluso los niños que sufren de asma y diabetes pueden practicar este deporte. Por supuesto, habrá que adaptarse... pero desde el punto de vista psicológico, los efectos serán muy positivos."

Tras el descubrimiento y la iniciación, algunos niños de entre 8 y 12 años pueden plantearse mejorar sus habilidades. Suele ser la edad en la que quieren ponerse a prueba y superarse a sí mismos. Los concursos que ofrecen los clubes pueden ser de su interés.

Sin embargo, es importante respetar la fase de calentamiento (antes de la actividad) y la fase de estiramiento y recuperación (después de la actividad). Un niño, por muy ágil que sea o incluso a veces con prisa (para luchar en el tatami, para subir a su poni, para mostrar su nueva coreografía...), no está a salvo de las lesiones.

Sea cual sea la edad del niño, también hay que pensar en llevarlo al osteópata con regularidad para realizar una evaluación y comprobar que su desarrollo y su postura siguen el camino correcto. Es una buena manera de preservar la salud de tu hijo y limitar los problemas físicos que puedan surgir en la edad adulta...

¿Tu hijo ya está en la escuela secundaria y aún no ha descubierto una pasión deportiva? No culpamos a los padres por preocuparse, pero ten por seguro que también es el caso de muchos de sus amigos. Y no es raro que los amigos que ya lo practican cambien de deporte al hacerse mayores.

Por último, debes saber que hay muchas posibilidades de descubrir un deporte y que siempre puedes ayudar a tu hijo sugiriéndole que pruebe algo antes de dar el paso. Lo más importante es que tu hijo se desenvuelva bien en una actividad deportiva y que ésta se adapte a su temperamento. La trampa sería creer que debes empujar a tu hijo a practicar un deporte que "revele" los rasgos de carácter que quieres que desarrolle... Un adolescente tímido e inseguro podría sentirse desanimado si se le empuja a practicar un deporte de equipo que implique un contacto regular.