RECUPEREMOS LOS BUENOS HÁBITOS: “EMPIEZO EL DÍA CON UN ENTRENAMIENTO”
El segundo gran clásico de los propósitos relacionados con el deporte es la constancia, y más concretamente, con los buenos hábitos.
Veamos: estamos en pleno Guadalupe-Reyes, con cenas, comidas, reuniones, recalentados y te dices a ti mismo que es hora de retomar un ritmo de vida más saludable. O sea, no ahora sino hasta después de la Rosca de Reyes, obvio...
La idea es excelente y no podríamos estar más de acuerdo contigo. Pero de hecho, es mejor que hagas un poco de ejercicio todos los días antes de tratar de incluir entrenamientos extremos en tu horario.
Incluso, te diremos algo que oímos por ahí:
“En las mañanas tengo una alarma a las 7:30 am para comenzar mi día con una sesión de yoga. Y cada mañana comienzo mi día con media hora extra de sueño”.
¿Identificas el problema? Establecer una rutina deportiva diaria o semanal es beneficioso... siempre que contemples tu propio ritmo, tu horario y sobre todo tus necesidades.
Entonces, en lugar de adoptar rutinas preestablecidas, ¿Por qué no empezar tu año probando y encontrando lo que es adecuado para ti? Entre más varíes las experiencias deportivas, mejor sabrás lo que necesitas según tu horario y tu estado de ánimo o tu forma.
Entonces, más que seguir un horario fijo, lo principal es que te actives, poco o mucho; y, sobre todo, ¡que la pases bien!